Desde abril que no me asomo a esta ventana y vaya si han pasado cosas en estos dos últimos meses. Por de pronto voy a tener que cambiar el collage de imágenes que preside el blog porque hay un señor en una de ellas que ha pasado, sino a mejor vida, a una más tranquila seguro.
Su nombre es Mariano y ahora es registrador de la propiedad en Santa Pola (Alicante). Vaya por Dios, vende mi madre un apartamentito en dicha localidad en mayo y en junio se muda él allí. Vamos, que me quedo sin verlo en bañador paseando por sus playas algún día de este verano.
Que cierto es aquello de que la vida son solo dos días, uno estás arriba y otro estás abajo… Hace poco más de un mes este señor y millones de españoles, entre los que me incluyo, no pensabamos que se podía cambiar de Gobierno como quien cambia de un desodorante Deliplus de Mercadona.
Y no lo pensabamos porque en este país estamos tan acostumbrados a aguantar carros y carretas que el hecho de que el presidente del Gobierno faltase a la verdad en su testimonio ante un juez sobre algo tan alejado a su persona como la financiación irregular del partido que preside, tampoco nos parecía algo tan del otro mundo.
Claro que por no pensar no pensabamos tampoco que un señor que hace dos años fue «invitado» a dejar la presidencia de su partido, iba a volver a dirigir el mismo y un poco más tarde los designios de este país.
Si es que la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida…